Parece una frase estereotipada, pero es así. Cuántas veces nuestros abuelos nos habrán insistido en la importancia de aprender un oficio, así nunca te faltará la comida en la mesa nos decían. Nuestros antepasados vienen de haber vivido una época donde todo costaba mucho esfuerzo, tanto la educación como el trabajo. En su deseo por transmitirnos todo ese sacrificio, no quieren que sus nietos pasen por esas mismas penurias y aprendan un oficio que les garantice un trabajo estable.
A menudo tendemos a creer que oficio y profesión se refieren a lo mismo y no es así. Un oficio hace referencia a una serie de habilidades manuales específicas relacionadas con la manufactura, mientras que una profesión se refiere a las distintas disciplinas que con especialidad ejercitan las facultades intelectuales.
Las empresas demandantes de trabajo llevan años centradas en localizar esa persona con cinco títulos universitarios, tres masters y una especialización en Oxford, rechazando todo lo que no se ajuste a ese perfil. En plena fiebre por los titulados, parece que la persona que muestra interés por aprender un oficio sea menospreciada y a menudo se nos olvidan las ventajas que tiene saber un oficio.
Las escuelas taller y talleres de empleo surgen en 1985 y desde entonces se han convertido poco a poco en un referente en la integración sociolaboral de sus alumnos. De esta manera llevan años recuperando viejos oficios y profesiones tradicionales a menudo en peligro de extinción o incluso desaparecidas ante tanta globalización.
Además de la posibilidad que tenemos de asistir a centros donde imparten grados medios y grados superiores, gracias a Internet optamos a infinidad de cursos donde enseñan un oficio sin necesidad de asistir a un centro formativo. La conocida como enseñanza a distancia o la enseñanza a tu medida ofrece una serie de ventajas para aquellas personas que residen en núcleos urbanos pequeños y por consiguiente con pocas oportunidades académicas. Pueden formarse a través de Internet, sin la necesidad de tener que asistir a unas clases regularmente.
Hoy en día se cuentan por decenas la cantidad de cursos diferentes que ofrecen estos centros de formación. Desde educación infantil, auxiliar de enfermería o técnico superior en dietética. Siempre ofreciéndote una serie de ventajas que harán que la formación sea personalizada. Independientemente de que te encuentres trabajando a la vez que formándote, tengas hijos y tu situación familiar no te permita dedicarle muchas horas a la formación o no dispongas de una conexión permanente a Internet, estos centros formativos siempre te ofrecerán las soluciones que mejor se adapten a tus necesidades.
En definitiva, aprender un oficio te permite poder emprender un negocio sin la necesidad de que la inversión económica sea muy elevada, administrándote tu propio volumen de trabajo y siendo tu propio jefe, el sueño dorado de muchos.
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